Si no piso las rayas del suelo le gusto. Claro está que estas baldosas minúsculas a modo de mosaico romano no cuentan. Si el próximo semáforo se pone en verde cuando llegue al cruce me llama. Bueno, técnicamente no vale porque me he entretenido unos diez segundos en sortear las obras de la acera. Si encesto a la primera en la papelera el flyer que me acaban de encasquetar me desea. Dos de tres. Tres de cinco. Las señales no mienten. Es el hombre de mi vida.
Monday, June 7, 2010
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:)
ReplyDeleteCon eso me engaño yo normalmente...
Me acabo de dar cuenta que hace demasiado que no hago eso. Ni me había dado cuenta. Estoy perdiendo mi capacidad de imaginación.
ReplyDeletelo que no se puede perder es el optimismo visceral de la prota...
ReplyDeletelove it! yo a mis casi 28 sigo haciendo esas cosillas.... ;)
ReplyDeleteEs el tercero que leo y me encantan. Sigo por aquí. Un saludo.
ReplyDeleteGracias Victor. Un descubrimiento también vuestra revista!
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