Thursday, June 17, 2010

DOTES DE MANDO

Hace ya tiempo que aquí nadie cree en los milagros fáciles. Los típicos rezos y las romerías de antaño no pudieron evitar el cierre de los astilleros ni la reubicación en China de la fábrica de zapatos. Como alcalde y último responsable me vi obligado a tomar el control de la situación y a exigir a la población mayores sacrificios. La controvertida ordenanza municipal recomendaba latigazos auto inflingidos con cadenas de hierro oxidadas y ayuno estricto los sábados y domingos. Pero las cifras del paro del último semestre continúan aumentando. Me pregunto cuántas vírgenes rubias quedan en el pueblo.

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