Le tomaron por loco. El psiquiatra de turno le diagnosticó manía persecutoria y la gravedad de sus síntomas dio con sus huesos en un manicomio. Sostenía que varios agentes secretos habían colocado micrófonos ocultos en su piso. Que habían pinchado su teléfono. Que era víctima de un espionaje internacional de dimensiones terribles. Alguien debía estar tomando notas detalladas de su día a día y las estaba distribuyendo entre miles de compositores. ¿Cómo si no se explicaba semejante coincidencia? Desde que su esposa le dejó, todas las canciones de desamor hablaban de él.
Monday, September 6, 2010
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Pues tienes razón, Celia. Y no sólo las canciones de amor... muchas otras nos hacen sentir identificados.
ReplyDeleteUn saludo.
Buenísimo. Un deleite de cuento.
ReplyDeleteMe llego de una manera extraña, me encanto y al mismo tiempo me puso triste..
ReplyDeleteMe gusto mucho =D